Dopamina VS Serotonina
- carlosanz971
- 11 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Muchas de las actividades de nuestro día a día, como pueden ser comer, realizar ejercicio físico, tener una conversación agradable, tener relaciones sexuales, son acciones básicas de nuestro día a día, y son acciones que nos producen placer.
Ante estas acciones, nuestro cerebro identifica estas conductas como beneficiosas para nuestra supervivencia y las refuerza mediante un sistema de recompensas.
En este sistema de recompensas destaca la dopamina, un neurotransmisor (transmite información entre las neuronas de nuestro cerebro), que avisa de que esta situación (correr, comer, relaciones sexuales) o sustancia es importante para la supervivencia. De esta forma, nuestras conexiones en los diferentes núcleos cerebrales crean en nuestro cerebro un aprendizaje, una interiorización de esa conducta para poder repetirla, creando así un hábito.

Hasta aquí, nos viene muy bien la dopamina, para asimilar y asentar hábitos de vida saludable y afrontar nuestro día a día de la mejor manera.
Sin embargo, la mayoría de nuestras adicciones, como puede ser el hábito tabáquico, alcohol, videojuegos, redes sociales, cannabis y otras drogas, tienen su origen en este sistema de recompensa, excitando indirectamente a aquellas neuronas productoras de dopamina. Cuando una persona consume de forma continua una droga, el sistema de recompensas se ve afectado y se DESENSIBILIZA a los estímulos cotidianos.

Por ello, las actividades comentadas al principio ya no generan una sensación tan intensa y la motivación para realizarlas va disminuyendo. De esta forma, se explica el por qué cuando una persona desarrolla una adicción empieza a sentirse desganada, apagada, deprimida, sin motivación para hacer lo que antes le producía placer.
Lo único que le generará placer es ese comportamiento adictivo. Además, a lo largo del tiempo, se creará una tolerancia, por lo que esa persona tendrá que aumentar la dosis para sentir esa misma satisfacción (sensación de placer).
Sin embargo, esto ocurre a largo plazo, es decir, no de forma inmediata. Por ello, es muy importante ser consciente de cuáles pueden ser nuestros hábitos adictivos, ya sean sustancias o comportamientos, y saber frenar ese impulso que nos hace producirlo. Si encontramos alternativas o estrategias que nos permitan disminuir, y a largo plazo, evitarlos, estaríamos consiguiendo un gran logro. En caso de que seamos conscientes de ello, pero no consigamos mejorar la conducta, deberíamos buscar alternativas.
A través de recursos comunitarios compartidos en el blog, enfermero de Salut i Escola, a través del chat o poniéndote en contacto con cualquier profesional de la intervención E L Í G E T E, podrás encontrar al profesional sanitario que te proporcionará distintas estrategias para poner fin al problema.
Si tenemos a algún familiar o amigo con este tipo de conductas, no dudes en hablarle de este tema y facilítale ayudas, ¡ponle en contacto con nosotros!
Comments